El día que el huracán Katrina golpea Nueva Orleans, una anciana Daisy Williams está en su lecho de muerte en un hospital de Nueva Orleans. A su lado está su hija adulta, Caroline. Daisy pide a Caroline que lea en voz alta el diario de la vida de su amigo, Benjamin Button. El diario de Benjamin relata toda su extraordinaria vida, cuyo aspecto más extraño fue su envejecimiento hacia atrás; nació como un anciano y le fueron diagnosticadas varias enfermedades de edad en el momento del nacimiento y, por tanto, dadas pocas posibilidades de supervivencia, pero que consigue sobrevivir y rejuvenecer con el tiempo. Abandonado por su padre biológico, Thomas Button, después de que la madre biológica muriera en el parto, Benjamin, fue planteada por Queenie, una mujer de color y cuidadora en una residencia de la tercera edad. La abuela de Daisy era una de las residentes en esa casa, en donde conoció por primera vez a Benjamin. Aunque separados a través de los años, Daisy y Benjamin se mantienen en contacto durante toda su vida, para volver a reunirse cuando ambos alcanzan los cuarenta años. Algunas de las revelaciones en el diario de Benjamin son difíciles de leer para Caroline, especialmente en lo que se refiere al tiempo pasado entre esta reconexión de Benjamin y Daisy, cuando Daisy envejece y Benjamin se vuelve más joven hacia sus años de infancia...
FRASES CÉLEBRES DE LA PELÍCULA:
- Mucho tiempo vas a estar solo. Cuando eres diferente como nosotros, así va a ser. Pero te digo un secreto. La gente gorda, la gente delgada, la gente alta, la gente blanca, está tan sola como nosotros. Pero tienen mucho miedo.
- Lo importante no es lo bien que toques sino lo que sientes acerca de lo que tocas.
- Uno no puede evitar sumergirse en la música.
- Crecer es algo muy curioso. Llega sin avisar.
-Todos debemos perder a la gente que amamos. Si no, ¿cómo sabríamos lo importante que son?
- Un hotel, a mitad de la noche, puede ser un lugar mágico.
- Es curioso lo de regresar a casa. Se ve igual, huele igual, la sientes igual. Te das cuenta que lo que cambió fuiste tú.
- Las oportunidades definen nuestra vida. Incluso las que se nos van.
- Te puedes poner como un perro rabioso por cómo salió todo. Puedes maldecir a las diosas de la suerte. Pero cuando llega el final tienes que aceptarlo.
- Te diré que nunca es demasiado tarde o, en mi caso, muy temprano para ser quien quieres ser.
- No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar oportunidades o echar todo a perder. Espero que hagas lo mejor. Espero que veas cosas que te asombren. Espero que sientas cosas que nunca sentiste antes. Espero que conozcas a gente con un punto de vista diferente. Espero que vivas una vida de la que estés orgullosa. Y si te das cuenta de que no es así, espero que tengas el valor de empezar de cero.
- Estaba pensando que nada es para siempre, y lo triste que resulta.
- Algunos nacen para sentarse junto a un río.
A algunos les cae un rayo.
Algunos tienen oído para la música.
Algunos son artistas.
Algunos nadan.
Algunos entienden de botones.
Algunos saben de Shakespeare.
Algunas son madres.
Y otras... bailan.
- La vida no se mide en minutos, se mide en momentos.
- Y nadie deberá decirte lo que debes hacer. Tienes que hacer lo que estás destinado a ser. ¡Yo tenía que ser un maldito artista!
- No hay límite de tiempo, puedes empezar cuando quieras.
- Todos vamos al mismo sitio, sólo tomamos diferentes caminos para llegar a él
- Y ella me contó sobre todos los lugares a dónde fue…y lo que vio. Y hablamos hasta justo antes del amanecer. Y regresamos a nuestras habitaciones, a nuestras propias vidas. Y cada noche nos encontrábamos de nuevo en el vestíbulo. Un hotel en el medio de la noche puede ser un lugar mágico. Un ratón corriendo y deteniéndose. Una estufa silbando. Una cortina moviéndose. Es algo pacífico, incluso cómodo…saber que tus seres queridos duermen en sus camas, donde nada puede herirlos. Elizabeth y yo perdíamos la noción del tiempo hasta antes del amanecer.
- Si fuéramos a tener una aventura…nunca podrías verme durante el día. Y siempre deberíamos separarnos antes del amanecer, y nunca te diría “te quiero”. Esas serían las reglas.
- Me quede esperando… ¿sabes? Pensando que haría algo para poder cambiar mi situación. Hacer algo…pero todo fue una horrible pérdida que no recuperas. Tiempo perdido.