Muchísimo viento acompañado de la desilusión y la decepción porque la primera tapa no se mantenía quita en el suelo.
Había que cumplir un sueño, que era la realización de la misma, y por ello, había que saltar muchísimos inconvenientes e impedimentos de última hora, el más importante, el viento.
¿Cola? Pues sí, poner cola en el suelo para que las tapas se pegaran y así poder empezar fue una gran ayuda.
¿Volaron? Más de una vez, cuando ya tenías una parte de la alfombra hecha, venía una ráfaga de viento que se llevaba consigo todas las tapas que tanto te había costado poner.
¿Resultado? Con muchísimo esfuerzo y fuerza de voluntad, la alfombra se acabó y pudimos cumplir nuestro objetivo.
¿Agujetas? Mmmm...¡Qué va,qué va!
Fue un día que repetiría con los ojos cerrados. He vivido muy pocas ocasiones en las que un grupo de gente se une para cumplir una meta común, pero nunca, con tantas manos y con el corazón en la mano como este día.
Gracias por hacerme vivir esta experiencia tan bonita y llena de calidad humana.
P.D: Aprovecho para felicitar a todas las Madres del mundo. ¡Feliz Día!
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